En el Desencadena’09 desarrollaremos la mayoría de nuestras labores vitivinícolas en nuestra bodega de La Legoriza, en San Martín del Castañar.

Pero éso no significa que no vayamos a salir de nuestras instalaciones. Al contrario, por ejemplo el jueves tendremos una salida a La Alberca.

Se puede decir que La Alberca es, por tradición y por mérito, la capital de la comarca de la Sierra de Francia.

Los monumentos en La Alberca no se ciñen, como en otros pueblos a dos o tres edificios a reseñar: iglesia, palacio, convento. No.

Aquí se puede afirmar que todo vecino es propietario de una pequeña o gran obra de arte, pues todas las casas que configuran el casco urbano tienen mérito para pasar por tal, y mérito sumaron para ser, su conjunto, el primer pueblo de España declarado Monumento Histórico Artístico allá en 1940.

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Su origen hay que situarlo en el remoto ámbito del siglo XII, época de batallas, reconquistas y repoblaciones.

No obstante el aspecto actual es en gran medida proveniente del siglo XVIII, época en la que, debido a periodos de prosperidad u otras causas, buena parte del casco urbano se reconstruye.

Así lo atestiguan las fechas de los dinteles de las entradas que fueron grabadas junto al nombre de los propietarios y de alegorías de carácter religioso.

Esto sucede en calles como la del Tablado, que desde la parte norte del municipio se interna en busca de la plaza principal.

Por ella, paseando por el relieve enrollado de su suelo, pueden observarse innumerables muestras de la tradicional casa albercana.

Ésta consta generalmente de una planta baja hecha de mampostería de granito, a veces con un porticado de columnas o pilares de madera o piedra (uno de los mejores ejemplos es el de la Casa Ducal de la Plaza).

Los pisos suelen tener balcones corridos de madera o hierro con guardamalletas troqueladas sobre una larga viga de madera de castaño sujetada por las mencionadas columnas.

Las fachadas de estos pisos son en la mayoría de los casos de barro cocido -pocas veces de adobe o de la ladrillo- y encalado que se sustenta por medio de un complejo entramado de vigas de madera que tan curioso aspecto dan a estas construcciones.

Las fachadas orientadas al hostigo se cubren de tablones de madera imbricados para protegerlas de la humedad.

Al igual que el conjunto urbano, la iglesia parroquial de La Asunción data del siglo XVIII y es preferentemente neoclásica.

Todas estas bellezas fueron visitadas, elogiadas y divulgadas a lo largo de los años, por hombres notables como Don Miguel de Unamuno, hispanistas como Maurice Legendre o Jacques Chevalier, directores de cine como Luis Buñuel o pintores como Joaquín Sorolla o Ismael Blat.

Y seguro que a ti también te encanta. Si llevas tu cámara de fotos, el jueves no la olvides en la mochila.