Vivir cada día es un arte, tomarse un tiempo lo es también. Morir es parte de la vida y tener miedo lo es del valor.
La situación es, como vamos a enfrentar estas cosas, vida, muerte, miedo y valor.
Fácil es decir vive la vida, acepta la muerte, anda sin miedo o enfrenta con valor; fácil es recitar, fácil es memorizar.
Hace mucho tiempo recuerdo que dije unas palabras de memoria “Yo prometo por mi honor…”
En ese momento en realidad no sabía qué era lo que estaba diciendo, ni siquiera entendía a qué estaba comprometiéndome.
No me daba cuenta que lo que estaba haciendo no era prometerle a otra persona que iba a cumplir ciertas acciones; hacer cuanto de mi dependa para cumplir mis deberes para con Dios y la patria, ayudar al prójimo en toda circunstancia y cumplir fielmente la ley scout.
Esas personas que estaban frente a mí no iban a corroborar si yo cumplía mi promesa, tampoco me iban a obligar a hacerlo, ellos no ganarían nada en caso de que yo cumpliera o no.
Lo que yo empeñé ese día fue mi honor, entonces si fallo en esa promesa sólo yo perderé y aunque nadie mas lo sepa, habré perdido mi honor.
Recuerdo también como recitaba sin cesar tres palabras: lealtad, abnegación y pureza.
¿Pero en realidad podría un niño de 11 años entender esas virtudes?
Tener lealtad hacia Dios, su patria, su familia, pero sobre todo, a si mismo.
¿Abnegación para sacrificar nuestro placer, posesiones o incluso la vida misma, para que otra persona viva mejor?
Y lo mas importante, pureza de corazón para servir sin de verdad esperar recompensa.
Hace poco leí una pregunta que sacudió los cimientos de mi conciencia
¿Qué significa ser scout de corazón?
Cuando quise responder simplemente no pude transformar a palabras lo que siento, ese ardor en mi corazón que siento al ver la sonrisa de alguien a quien acabas de ayudar, incluso en la más pequeña de las situaciones.
El furor que siento en mi alma, después de un arduo día de actividades; o la satisfacción de ver como la semilla del escultismo sigue perseverando en los mas jóvenes, a pesar de que tanto mis amigos como yo ya estamos crecidos.
Creo que nadie te puede decir cómo vivir, ni tu vida biológica, ni tu vida scout.
Eso sólo lo puedes decidir por ti mismo.