Esta cumbre es la continuación y valoración de las metas adoptadas en la Cumbre del milenio de las Naciones Unidas de 2000, destinadas a reducir la pobreza, al hambre, la enfermedad y las muertes infantiles y maternales antes de la fecha límite de 2015.

Diez años más tarde, la valoración de los resultados es sencilla de hacer: “los objetivos del milenio son un fiasco”. Esta afirmación proviene del relator especial de Naciones Unidas sobre el derecho a la alimentación pero es compartida por ONGs y otras asociaciones sensibilizadas con el tema.

A raíz de esta cumbre, las actividades contra la pobreza son múltiples esta semana.

El mensaje de lucha para erradicar las desigualdades quedará plasmado en concentraciones, en murales, en proyecciones de cortos sobre la temática y otras muchas acciones en todo el mundo.

Porque las estadísticas son claras.

En 10 años sólo se ha conseguido reducir el número de personas que no tiene para comer en medio punto porcentual, cuando se fijó reducirlo más de un 7%. Intermón-Oxfam sigue señalando que “hay alimentos para todos, pero debe existir la voluntad real para acabar con la hambruna”.

Actualmente, las excusas no pueden tener lugar:  “Nuestro mundo» posee los conocimientos y recursos para lograr acabar con las desigualdades.

Pero para ello no podemos ignorar las causas más profundas de este subdesarrollo, el hambre y las desigualdades, porque si nos centramos en objetivos meramente estadísticos, los problemas perdurarán.

Puedes ver algunas acciones en: http://www.mscaragon.org/portal/