Cuatro pasos y ya tenéis vuestro pasador. Así de sencillo.
Elegid la opción que más os guste o que os sea más asequible.
La primera se confecciona con un trozo de cuero y un broche para cerrarlo.
El dibujo es muy explicativo, si seguís los pasos veréis que no tenéis ningún problema.
Para la segundo opción, es necesario conseguir una tira de cuero o una cuerda de algodón y… tener la mente lúcida para seguir los pasos de la ilustración.
¡Seguro que con paciencia, conseguís unos buenos pasadores!