Ayer celebramos el 30 aniversario del Grupo Scout Antorcha.

Por fin llegó el día y tras meses de preparativos tocaba poner en marcha la celebración.

A las 16.45 comenzamos con la reunión de las ramas y tras ésta comenzamos con el boom.

Lo primero fue una merienda para los chavales, así como para sus padres y antiguos miembros. Todos estábamos de celebración: antiguos miembros, actuales responsables, chavales, padres de chavales, nuestro entorno más inmediato en el barrio, …

Hacía muy buena tarde así que sacamos las mesas a los soportales de la entrada de la base.

Sandwiches, patatas fritas, gusanitos, coca-colas, …, mientras tanto los padres y los antiguos miembros del grupo visitaban la base viendo las mejoras que hemos llevado a cabo este verano.

Y seguían llegando los viejos lobos.

Además de los antiguos miembros a los que es más sencillo encontrarte por Burgos había gente que había venido expresamente a la cena desde León, Bilbao, Valladolid, Madrid, Gijón, Niza, …, aunque por motivos obvios hubo alguno más que no tuvo tiempo de llegar (es la pega de vivir en Australia, un abrazo Gabi).

Así que los corrillos, los saludos, los abrazos y las conversaciones se multiplicaban. Había personas que hacía mucho tiempo que no podían compartir un rato juntos.

Los chavales del grupo estaban alucinados de la cantidad de gente con pañoleta que entraba y salía de la base.

Y tras el boom (y la posterior recogida) tocaba subir al hotel. Finalmente eramos 115 personas entre el kraal, el clan, antiguos kraales y clanes, algunos invitados de Scouts Burgos, …

Comenzamos con un coctel de pie, en el que la gente seguía recordando viejas batallas, cambiando de círculos de conversación y posteriormente pasamos al salón.

Y comenzamos a cenar, a ver vídeos de fotos en los que se veían diferentes momentos, mucho muy divertidos, de la historia reciente y no tan reciente del grupo, …

También hubo momentos realmente emotivos y mesas en las que asomaban las lágrimas al recordar algunas vivencias de la historia personal de mucha de la gente que ha pasado por nuestro grupo scout.

Y tras la cena continuamos, un montón de gente, disfrutando de unos «digestivos» (unos destilados y otros macerados), en el salón del hotel hasta las tres de la mañana.

Los círculos de gente y las conversaciones se mezclaban y la gente estaba disfrutando un montón. De hecho muy poca gente se iba yendo para casa, querían aprovechar la ocasión.

A las tres de la mañana (que fueron las tres y pico) teníamos que dejar el hotel y mientras hubo gente que aun estando a gusto su cuerpo le pedía recogerse, otros muchos bajamos a Las Llanas (estabamos a cinco minutos) para continuar la velada.

Había quedado muy buena noche y se estaba muy a gusto charlando y tomando algo en la calle. Y a altas horas de la madrugada la gente nos fuímos retirando, poco a poco, a descansar.

Una celebración muy emotiva que dejó muy buen sabor de boca. Felicidades a todos los que participasteis por ayudarnos a conseguir esos entrañables momentos.

Vía Grupo Scout Antorcha