Las Naciones Unidas han condenado desde sus comienzos la práctica de la tortura por ser uno de los actos más aborrecibles que los seres humanos cometen contra sus semejantes.
La tortura se considera un crimen en el derecho internacional.
En todos los instrumentos internacionales la tortura está absolutamente prohibida y no puede justificarse en ninguna circunstancia.
Esta prohibición forma parte del derecho internacional consuetudinario, lo que significa que es vinculante para todos los miembros de la comunidad internacional, aun si un Estado no ha ratificado los tratados internacionales en los que se prohíbe explícitamente la tortura.
La práctica sistemática y generalizada de la tortura constituye un crimen contra la humanidad.
El 12 de diciembre de 1997, la Asamblea proclamó el 26 de junio Día Internacional de las Naciones Unidas en Apoyo de las Víctimas de la Tortura con vistas a la erradicación total de la tortura y a la aplicación efectiva de la Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes.
«Insto a todos los Estados Miembros a que se adhieran a la Convención contra la Tortura y a que apliquen plenamente sus disposiciones, y a que hagan aportaciones al Fondo de las Naciones Unidas de Contribuciones Voluntarias para las Víctimas de la Tortura.
Trabajemos juntos para poner fin a la tortura en todo el mundo y lograr que los países otorguen reparación a las víctimas»
MEnsaje de Ban Ki-moon, Secretario General
Vía Naciones Unidas