Los mosquitos, las moscas, las garrapatas y los caracoles de agua dulce pueden propagar patógenos que provocan enfermedades graves y la muerte.

Enfermedades como el paludismo, el dengue, la leishmaniasis y la fiebre amarilla se pueden prevenir; aun así, afectan sobre todo a algunas de las personas más pobres del mundo.

Más de la mitad de la población mundial corre el riesgo de contraer estas enfermedades.

Para saber un poco más…

Las enfermedades transmitidas por vectores son aquellas enfermedades infecciosas propagadas por algunos organismos que transportan virus, parásitos y bacterias a humanos.

Estas enfermedades representan una alta carga de morbilidad y mortalidad para las personas, sus familias y las comunidades, especialmente en los países más pobres, causando ausentismo escolar, empeoramiento de la pobreza, un impacto negativo en la productividad económica, y altos costos y sobrecargas de los sistemas de salud de los países.

Las enfermedades transmitidas por vectores que causan mayor impacto en la región de las Américas son la malaria, el dengue, la enfermedad de Chagas, la leishmaniasis, la filariasis linfática, la esquistosomiasis y la ceguera por tracoma.

Las enfermedades transmitidas por vectores pueden prevenirse mediante:

  • El uso de ropas que sirvan de barrera en la exposición a la picadura
  • La utilización de mecanismos para impedir el acceso de los vectores en las viviendas (uso de mallas protectoras en puertas, ventanas y aleros)
  • Tapado de recipientes en los que se almacena agua
  • Eliminación de charcos y drenajes de los lugares en los que acumula el agua
  • Eliminación de recipientes inservibles donde se poza el agua
  • Control de la basura en los patios y jardines.

Vía OMS