Amistad y sentimientos de grupo inculcados desde los seis años en un grupo que al mismo tiempo que enseña valores como la responsabilidad o el trato en igualdad, promueve el conocimiento de la naturaleza y el medio ambiente.
Desde hace treinta y siete años, el Grupo Scout Bosco de Puertollano actúa como intemediario entre el colegio y la familia en niños de seis a diecinueve años que aprenden a desenvolverse en la sociedad.

Constituido por seis chicos del Colegio San Juan Bosco que formaron un grupo manada en un campamento de verano en las Lagunas de Ruidera, el grupo Bosco ahora tiene unidades de todas las edades: la unidad de castores de seis a ocho años, el grupo manada de ocho a once años, la tropa de once a catorce años, los pioneros de quince a dieciséis y los rutas de dieciséis a diecinueve años. Aunque en un principio fueron todos chicos, pronto las hermanas de los miembros de la manada se unieron para formar un grupo mixto que ahora cuenta con ciento cuarenta chicos y chicas, y en el que, según comenta Alicia Bermejo, una de las jefes de grupo, “los jóvenes permanecen aún durante la adolescencia pues encuentran en su unidad una pandilla”.

Un grupo scout es apolítico y altruista y está formado por unas unidades que impulsan a los niños en un proceso de progreso personal permanente siempre, pues como señala Alicia Bermejo, “ somos scout durante toda la vida”. Con una metodología muy simbólica que va desde los himnos scouts mundiales a un uniforme que trata de inculcar la igualdad entre las unidades, el Grupo Scout Bosco promueve, como indica Alicia, “un abanico muy amplio de valores centrados en tres opciones: La educación, el país y la fe”.

El conocimiento de la naturaleza, el desarrollo de juegos de todo tipo y la promoción de un buen uso del tiempo libre son fundamentales para unos scouts que no tienen la necesidad de ser católicos, a pesar de que el grupo Bosco pertenezca al escultismo católico internacional. La jefe de grupo comenta que “ha habido chicos que no son católicos dentro de las diferentes unidades”, a la vez que añade que “tampoco es necesario que los niños sean del Colegio Salesiano donde nos reunimos”.

Como amantes de la naturaleza, el grupo Bosco de Puertollano además de reunirse todos los sábados de cuatro a seis en el Colegio Salesiano, realiza actividades, excursiones y campamentos en el entorno natural de Ciudad Real.

Alejados de los uniformes militarizados de los scouts de otros países, los scouts puertollanenses vestidos con sus polos de colores que, según expresa Alicia Bermejo, “tratan de evitar las marcas y ayudar a que todos seamos iguales”, suelen realizar un campamento anual en las Lagunas de Ruidera y promueven excursiones en el Valle de Alcudia.

Vía: Lanzadigital