El año pasado nos lo pasamos en grande «cocinando» nuevas fórmulas de aprendizaje.
(Si no os lo creéis mirad estas fotos).
No sólo hubo momentos para estar sentados en una silla observando sin parpadear los power points.
Lo cierto es que los ratos de diversión fueron más que abundantes.
Y es que cuando uno decide acudir a la Escuela de Marzo, no lo hace solamente para ampliar sus conocimientos y convertirse en un experto en Necesidades Educativas Especiales, Redes Sociales, Financiación Alternativa o Safe From Harm.
Hay miles de motivos que nos empujan a formalizar nuestra inscripción sólo ver la noticia en scouts.es o donde sea…
Llegar al encuentro con esos típicos nervios para saber quién estará en mi curso.
Reencontrarse con viejos amigos, conocidos en aquel encuentro o en la formación del año pasado.
Descubrir que tienes un alma gemela en otra asociación o grupo scout.
Llegar a casa e ir soltando bromas que sólo tú y el resto de gente que participó en la Escuela podéis entender.
Ver como tu agenda de contactos del móvil se multiplica exponencialmente.
¿Cuáles son tus motivos?