Y si no estamos inspirados, le cuesta una barbaridad encenderse.
Por eso, no está de más tener algunos recursos para darle esa energía que necesita.
Una vez encendida, las ideas salen solas y es cuando nos montamos una pasada de excursión o una animación de campas de esas que hacen historia.
Hoy proponemos una sencilla actividad con la que pondremos el cerebro en marcha:
Crear una historia con tan sólo cuatro palabras.
¿Cómo lo veis?
Ahí van algunos ejemplos:
- Entonces apareció el monstruo.
- Teníamos que salir vivos.
- La caja estaba vacía.
- Se conocieron en Finlandia.
- Es una super scout.
Cuando todos hagáis escrito vuestra mini historia, compartidla con el resto de rama…
… y empezad a hacer volar la imaginación.
Foto vía OMMS