Nos encontramos en el seno de un movimiento social activo convencido de ser un referente en lo que a compromiso se refiere, aunque esto no sea muy visible.

Pero nosotros y nosotras nos lo creemos y lo defendemos en cualquier debate donde sea y con quien sea.

Además, hacemos alarde constante de ser un “estilo de vida”, de estar en constante proyecto o de algo tan esencial como es que las personas educadoras, somos además educandos.

Esto conduce a una necesaria afirmación de que las etapas son vitales para cumplir los objetivos acorde a la evolución de las personitas y personas que componemos los grupos y en definitiva el movimiento.

He aquí uno de los elementos clave de nuestro método, la progresión.

Y esto parece que esto lo tenemos muy claro a la hora de proyectar la tarea educativa hacia nuestros chavales y chavalas, pero no tanto cuando se trata de articular nuestro monitorado.

En el equipo parece estar “todo muy claro” pero no somos tan capaces de cuidar la progresión personal y colectiva que también requieren su espacio.

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Vía GoitiBera