Hace unos meses ya, Víctor, sevillano de 28 años y scout del GIII Aljarafe, viajó a Corea del Sur para hacer un voluntariado en el programa Suncheon Asia-Pacific Scout Center. Pasó 3 meses viviendo con scouts de otras partes del mundo y enseñando a niños y niñas coreanas qué es el escultismo y cómo es su propio país. Ahora, nos cuenta cómo fue toda esta aventura en el país asiático y la gran experiencia que recuerda de ella.
¿Qué es lo que te llamó la atención para hacer este voluntariado?
Decidí hacer este voluntariado porque el objetivo es enseñar la cultura de mi país a niños y niñas de de Corea del Sur y, por mi profesión (profesor de Historia) vi la oportunidad perfecta para practicar y coger experiencia en mi futuro profesional. Además, nunca había hecho un voluntariado internacional y quería conocer otras formas de escultismo, otra cultura y lugares.
Además es muy asequible económicamente: prácticamente gratis. Incluye de todo excepto parte del vuelo (unos 600 dólares): el alojamiento, la comida y las actividades organizadas para el fin de semana está. Además, cada mes recibes 400 dólares para tus gastos y si las comidas del fin de semana no están incluidas, también te dan un ticket de comida.
¿Cuál fue el primer paso para hacer el voluntariado?
Me enteré de este programa a través del Instagram de Scouts MSC. Me llamó mucho la atención y continué informándome a través de scouts.es. Desde ahí, me puse en contacto con el técnico de referencia, quien me orientó en incluso me puso en contacto con los 2 scouts que habían ido anteriormente a este mismo programa, una vez fui elegido. Fue de mucha ayuda, sobre todo, para quitarme el miedo a irme a la otra punta del mundo.
¿Qué es lo que hacías en tu día a día en el voluntariado?
En el Centro Scout de Suncheon se hace una inmersión lingüística de inglés de 2 días a niños/as de 14 años, procedentes de los colegios de Suncheon y alrededores a la vez que aprenden sobre los países de los voluntarios que estábamos allí: España, Francia, Montenegro, Nepal, India, Malawi y Pakistán.
El ‘viaje’ comienza dándoles la bienvenida en la ‘aduana’, donde se encontraban con nosotros, los voluntarios, y les dábamos un cuaderno de actividades (previamente preparado por nosotros) para luego entrar en una clase de 50 minutos donde aprendían sobre los diferentes países en inglés. Por la tarde, hacíamos actividades de baile o lo que más les gustaba, construcciones con fichas de dominó. ¡Hicieron una más alta que yo que mido un 1,93!
Al día siguiente, continuaban con las clases de inglés y mientras estaban en la ceremonia de cierre, los voluntarios recibíamos al nuevo grupo que llegaba esa misma mañana.
En total, trabajas 4 días a la semana y luego tienes tiempo libre los fines de semana. Sin embargo, el propio centro tiene actividades organizadas a las que te puedes unir gratuitamente: tiro con arco, viaje a Seúl y otras ciudades, visita a un centro budista, senderismo, ping pong, multiaventuras…En varios lugares, nos pudimos disfrazar con trajes tradicionales de allí y también con el uniforme colegial. ¡Un día hasta nos montamos en un helicóptero!
Además, en Suncheon (a unos 30-40 min en bus) se ruedan muchas películas y pudimos visitar el set de rodaje.
¿Quiénes podían participar?
Pueden participar scouts de 18 a 30 años de cualquier parte del mundo, con un nivel básico de inglés y estudiando o con estudios universitarios.
¿Qué es lo que más te impactó al llegar allí, trabajando en este voluntariado?¿Choque cultural?
La sociedad surcoreana es bastante diferente a la española: el contacto físico entre personas es casi inexistente pero lo suplen con una gran sentido del respeto y la educación, especialmente, cuando tratas con personas mayores.
Sin duda hay un choque cultural muy importante y hay que aprender nuevas formas de relacionarse y de comportamiento, pero no considero que haya sido un gran escollo ya que al estar con compañeros de otros países que están en la misma situación la etapa de adaptación resulta muy fácil.
También hubo momentos en los que mi mera presencia llamaba la atención: ¡no es muy común medir un 1,90 m, con barba y pelo medio largo! Los niños no paraban de tocarme la barba.
¿Qué es lo que te llevas a nivel de escultismo de esta experiencia?
Gracias a esta experiencia he podido descubrir diferentes formas de ser scout y de cómo pueden relacionarse los diferentes grupos scouts (en este caso los de Corea del Sur) con la sociedad que les rodea, desarrollando un papel educativo muy interesante en la zona.
El escultismo es muy potente en el país, siendo reconocidos en todo el país por su gran labor tras la guerra, llevando a cabo un gran trabajo de reconstrucción. Por otro lado, es inevitable que tenga cierta influencia lo militar, pues en Corea del Sur sigue siendo obligatorio el servicio militar durante 2 años para los hombres y temas como la uniformidad, el orden, disciplina y sentimiento por el país es algo muy común en el escultismo surcoreano.
A nivel personal me gustaría destacar el hecho que he descubierto lo importante que ha sido el escultismo para mis compañeros de países más desfavorecidos, ya que gracias a los scouts han podido encontrar una posibilidad de descubrir mundo, y una escapatoria a su realidad. Además, desde el primer día me sentí acogido por todos mis compañeros, creando así una pequeña familia y aplicando la ley scout que dice que todo scout es hermano de otro scout.
¿Ha cambiado algo en ti esta experiencia de voluntariado scout en el extranjero?
Sí, he vuelto con muchas ideas para aplicar a mi grupo y a mi asociación y con una gran ilusión por las posibilidades que ofrece este movimiento.
¿Qué consejo darías a la gente que se está pensando en hacer este tipo de voluntariado scouts en el extranjero?
Que a pesar de que hay un miedo muy grande a irse a un país tan lejano y tan diferente, este no nos puede dejar sin vivir experiencias tan grandiosas como estas. Los grandes esfuerzos traen grandes beneficios.
Están promoviendo crear más centros scouts como el de Suncheon en otras partes del país, por eso hay posibilidad de que las vacantes aumenten próximamente.
Ha sido una de las mejores experiencias de mi vida, siento que he cambiado como persona y, al menos quiero pensar, ha sido para mejor.
De Scouts MSC llevan participando más de 4 años consecutivos en este proyecto y no se arrepienten: conoce las experiencia de Soraya y de Richi.
Si estás interesado/a en vivir 3 meses en Corea del Sur, difundiendo el escultismo y en un ambiente multicultural, escribe para más información a internacional@scouts.es
Fotografías: Suncheon Asia-Pacific Scout Center