El clan Joclántaro del Grupo XXIII El Porvenir (Sevilla) de Scouts Católicos de Andalucía, nos cuenta su experiencia en Portugal el verano pasado, realizando 2 acciones de servicio en diferentes lugares de Portugal.

Llegamos al PNEC (Parque Nacional de Scouts de Caparica) el lunes a eso del mediodía. Nos recibió un hombre de mediana edad que se presentó como Baloo, y que en seguida descubrimos que era el Chief Escoteiro del Parque. Tras comer e instalarnos, empezamos lo que sería nuestra rutina para el tiempo que pasamos allí: Baloo nos explicó el funcionamiento del Parque y en qué podríamos trabajar y durante unas horas al día (todas las mañanas, exceptuando aquel mismo lunes que lo hicimos por la tarde) colaboramos en diversas tareas, desde construcciones hasta reponer extintores.

Se presentó como Baloo, y que en seguida descubrimos que era el Chief Escoteiro del Parque

Aunque las jornadas que el parque requería eran de únicamente media hora, puesto que se trataba de nuestra acción de servicio, nosotros trabajamos durante toda la mañana codo con codo con otro clan portugués que también estaba haciendo allí su voluntariado, y con quienes ayudamos a preparar la intendencia del campamento para un evento scout internacional.

Por las tardes nos íbamos a la playa, hacíamos actividades del clan, explorábamos un poco Caparica… Y antes de que nos diésemos cuenta, nuestro tiempo allí había terminado.

Próxima parada: Oxigenio, la segunda acción de servicio del clan

Un barco, un tren y trece kilómetros a pie después llegamos a nuestro campamento base. Próxima parada: Oxigenio, la segunda acción de servicio del clan; un voluntariado promovido por el ayuntamiento para quitar especies invasoras de árboles, específicamente las acacias. Estuvimos únicamente hasta el mediodía, (aunque nos hubiésemos quedado allí toda la vida arrancando acacias, porque luego las veíamos por todas partes).

Un grupo subió hasta Sintra, mientras que el otro bajó a Cascais.

Al día siguiente comenzaba nuestro raid de supervivencia de dos días, tras los cuales nos reuniríamos con nuestros animadores. Como tan solo éramos seis rutas, nos separamos en dos grupos de tres. Un grupo subió hasta Sintra, mientras que el otro bajó a Cascais. El raid nos sirvió para poner a prueba nuestros conocimientos de orientación y acercarnos un poco a la realidad social de la zona. También disfrutamos de la hospitalidad de la gente del lugar, que estuvo dispuesta a ofrecernos alojamiento y comida a cambio de nuestro trabajo, y de los preciosos paisajes portugueses; llenos de color y contrastes, eran la perfecta combinación entre playa y montaña.

En Cabo da Roca nos reencontramos con nuestros animadores y seguimos explorando otras playas de Portugal, como Ursa y Adraga, y finalmente visitamos el Convento dos Capuchos antes de volver al campamento. Esta experiencia nos ha servido para ponernos en contacto con un entorno distinto al nuestro, aprender de escultismo con nuestros hermanos portugueses y mejorar nuestro dominio del idioma, antes inexistente.

En todo momento nos sentimos bienvenidos y con ganas de seguir conociendo todo lo que estuviese a nuestro alcance, porque a cada pueblo, a cada persona, la experiencia mejoraba mucho más. No queríamos que acabara nunca, pero a pesar de ello, tuvimos que irnos. Eso sí, con  un muy buen recuerdo y muchas ganas de volver.


Si has vivido una experiencia de voluntariado internacional, queremos que nos lo cuentes en el siguiente formulario

Fuente:  clan Joclántaro del Grupo XXIII El Porvenir, Scouts de Sevilla – MSC.