Una opción (y quizás la mejor) es aparcar el móvil, olvidarnos de él.

Por algo estamos de campas, en pleno contacto con la naturaleza y disfrutando de nuestro grupo y del escultismo, ¿no?

Así seguro que no tenemos que recargar la batería.

Pero si de verdad lo necesitamos, hay otra opción.

En el 22 Jamboree Scout Mundial 2011 en Suecia, quedó terminantemente prohibido recargar la batería del móvil en las tomas de corriente del Jamboree.

A cambio, se instalaron unas bicicletas que, por medio de un dinamo, permitían cargar la energía de los dispositivos móviles.

Eso sí, después de una buena pedaleada.

Vía Anecdotario Scout